Disfrutar del vino es de las experiencias sensoriales más sencillas y maravillosas: descorchar, servir, sorber y degustar, cuatro pasos que definen la cata de vinos.
Otras degustaciones exigen de más aperos o práctica, como la cata de café o degustación de platos. Mientras que el vino lo degustamos sin importar si es de marca reconocida o no.
La cata de vinos es más que beber. Es una experiencia que raya en lo sublime y que, para aprovecharlo al máximo, como a la vida, debemos seguir de manera estricta ciertas reglas y pasos.
Sobre esto trata este artículo que tanto deseaba hacer para llevarte a conocer el excelso mundo de la cata de vinos y sus primeros pasos.
¿Qué es la cata de vinos?
Acá puedo hacer un libro si me dejas dar mi propia versión sobre la cata de vinos. Pero como sé que te urge empezar a catar con propiedad, me limitaré a ser lo más didáctico posible.
La cata de vinos es la acción de develar las características organolépticas a través de los sentidos para evaluar y describir sus propiedades, y potenciar la apreciación de los mismos.
Hoy en día la cata de vinos se ha popularizado, cuando alguna vez solo lo practicaban los productores viticultores, especialistas y catadores profesionales, claro, que con un nivel de exigencia y especialización mucho mayor.
El consumo del vino sigue en aumento y por consiguiente más interés ha despertado sobre la forma de probar, degustar, saborear o catar. Tanto así que existen rutas turísticas dedicadas al vino y su degustación.
No obstante, no es un tema para tomar a la ligera.
Se debe seguir una estructura y estrictas reglas de manipulación a la vista, olfato y gusto para detallar la información sobre su origen, elaboración, crianza, para así determinar su calidad.
Las fases en la cata de vinos
La estructura de la cata de vinos se basa en tres fases básicas, en las que intervienen los sentidos de la vista, gusto y olfato.
Por ello, el espacio en el cual se lleve a cabo la cata debe ser silencioso, aireado, agradable, sin efectos de olores y muy bien iluminado. De preferencia con temperatura controlada para minimizar el impacto térmico en las botellas.
Además, deben contar con los enseres necesarios que mencionaré en cada fase. Cabe recordar la cata se realiza en copas especiales o “catavinos”.
Antes de entrar directamente en la evaluación del vino está el proceso de descorche y análisis del corcho, el cual debe mantenerse flexible, algo húmedo y sin más otro aroma que el propio acompañado del olor a vino.
1. Fase visual
En esta fase se aprecia el color, el brillo, la limpidez, fluidez y densidad de la siguiente manera.
Se sirve en copa catavinos hasta un tercio de su capacidad, se toma por la base y se observa en contraluz o sobre fondo blanco.
Lo primero en tratar de detectar es la presencia de sedimentos, si el vino está limpio para así decidir si conviene decantarlo o no.
Luego, inclinando la copa, observaremos el brillo, la intensidad del color y matiz.
Recuerda que los vinos blancos pueden presentar variedad desde verdes, amarillos, pajizos, dorados y ámbar.
Mientras que los vinos tintos van desde los colores violáceos a rojos cobrizos, dependiendo de su crianza.
2. Fase olfativa
Para la detección de aromas se debe acercar la copa sin agitar a la nariz para obtener los aromas primarios. Es decir, aquellos que describen la uva y si no hay aromas desagradables, avinagrados o contaminantes como sabor a papel, caucho o azufres.
Esta primera sensación es la más sencilla de explicar y es muy importante para detallar su intensidad, la cual puede ser categorizada como neutra, insípida, discreta, cerrada, aromática, abierta, expresiva, fuerte o intensa.
Al agitar la copa con movimientos circulares sobre el eje de la copa para lograr un efecto que suba el vino a las paredes de la copa y así podrá apreciar el rastro que queda y detectar la ausencia de defectos y los aromas procedentes de la fermentación.
Esta fase finaliza, con el sometimiento del vino agitado al olfato para identificar los matices aromáticos. En la medida que agitemos la copa, se liberan aromas terciarios que describen la crianza y el bouquet.
3. Fase gustativa
Llega el momento de probar el vino en boca. Ten en cuenta que debemos tener el paladar limpio, sin influencia de otros sabores, para poder ser más objetivos y detallados.
Se procede a absorber una cantidad de vino, lo que le dicen un sorbo medio, que permita mantenerlo y moverlo en boca durante unos segundos.
La primera sensación a observar es la sensación en labios y punta de la lengua.
Al moverlo con la lengua se debe apreciar y describir sobre la base de tres sensaciones: dulce, salado, ácido y amargo. Se dice que un vino es “redondo” cuando se equilibran estas percepciones.
Para evitar la embriaguez, los catadores suelen escupir el vino y allí se puede percibir el nivel de retrogusto.
También es posible repetir un sorbo de vino, pero aireado, es decir, tomado vino y aire por la boca al mismo tiempo. Esto permite despertar más el sentido del olfato durante la degustación.
La fase gustativa se determina el grado de persistencia del vino:
- Persistencia baja, si la sensación en boca se mantiene por menos de tres segundos una vez escupido.
- Persistencia media, si la presencia en boca se alarga hasta los 6 segundos
- Persistencia alta, cuando aún a los diez segundos se sigue saboreando.
Como también se hace referencia al sabor del vino con aromas conocidos que van desde los frutales, terrosos, vegetal, mineral, levaduras, entre otros.
De hecho, existe una guía visual llamada la Rueda del Vino que es ideal para acompañar la degustación.
Tipos de cata de vinos
La cata se realiza de tres distintas formas según el interés y objetivo de la misma.
- Cata vertical en la que se comprueban distintas añadas de un mismo vino con el objetivo de detectar la evolución y envejecimiento.
- Cata Horizontal es aquella en la que probamos distintos vinos de una misma añada. Es decir, permite comparar las diferencias de los vinos en estilos, elaboraciones, terruño, entre otras características.
- Cata ciega es la que consiste en degustar sin ver las etiquetas de la botella, sin tener ninguna información previa del mismo. Suele ser una experiencia muy reveladora y, a la vez, la más difícil de acertar.
Conclusiones
Como verás, la cata de vinos es todo un sistema muy respetado en el mundo y cuya tradición y formalidad son muy estrictas para los enólogos y viticultores.
Lo que no quita lo divertido y enriquecedor que puede ser, para los consumidores de a pie, organizar una ronda de cata de vinos en casa con los amigos. Es la mejor manera de aprender a maridar el vino.
Espero que estás recomendaciones sirvan para dar tus primeros pasos hacia el mundo de la degustación de vinos. Si es así, déjame tus comentarios, comparte esta información entre amigos y redes sociales.