A veces resulta impensable separar la historia y origen del vino de la narrativa misma de la humanidad. Hace algún tiempo, cuando empecé a investigar, quería seguir buscando hasta encontrar evidencias en el mismo génesis.
Pero no. Para mi frustración, la humanidad no fue creada del vino. Ya sabemos como fue.
También conocemos que el vino ha acompañado al hombre durante milenios, aportando sabor, aromas y los propios efectos placenteros y psicotrópicos que produce el alcohol.
Al igual que el café, el vino es una de las bebidas que, además de connotación gastronómica, crea un vínculo social. Sin olvidar el impacto cultural, religioso y hasta filosófico que se ha extendido por el mundo.
El simple hecho que represente la sangre de Cristo en la religión católica es un indicio clave de la relevancia en la vida diaria. Así mismo, la industria vinícola ha representado, en algún momento, un estatus socioeconómico muy apreciado por familias, comercios e incluso, para regiones.
Como ves, hablar del origen del vino, no se trata de cuando se exprimieron las uvas por primera vez. Más bien, es un tema con diversas aristas a tratar, que conforman un mundo complejo e interesante, que se termina de comprender en una copa.
Por eso te invito a leer y compartir este artículo que he preparado con mucha pasión y curiosidad, para que te animes a saber más sobre la historia del vino.
¿Cuál es el origen del vino?
Memorias, anécdotas o leyendas hay muchas. Pero como todo, la casualidad, el ensayo, prueba y error son protagonistas en el origen del vino.
Una anécdota
Según una de ellas dice que el vino fue descubierto durante un hecho vivido por una mujer.
Dice así: una princesa que perdió la preferencia de su rey, se sintió tan avergonzada que quiso atentar contra su vida consumiendo unas uvas fermentadas, en supuesto mal estado, que estaban contenidas en un frasco.
Obviamente, en vez de morir, se sintió mareada producto de la borrachera y se desmayó.
Al despertar, se sintió relajada, restándole importancia al origen de sus problemas. Por tanto, siguió consumiendo de manera habitual las uvas podridas que mejoró su humor y estado de ánimo, tanto que reconquistó los favores de su rey.
Me gusta esta anécdota, porque se replica hasta el sol de hoy en cada rincón del planeta. ¿No te parece?
Evidencias de vino en el neolítico
Pero mejor vayamos a los datos menos sugestivos.
Por evidencias fósiles halladas en Hajji Firuz Tepe, en el norte de las montañas Zagros de Irán, se estima que el vino ya existía entre los años 5400-5000 a.C
En la línea del tiempo de la humanidad, esto marca un hito valioso sobre la creación humana. Ya que demuestra que en la era neolítica existía el vino, cuando apenas se iniciaron los asentamientos y domesticación de animales.
Con ello, el desarrollo de cultivos, la cocina y otras destrezas, así como también el experimentar destrezas y usos, que finalmente dieron pie a bebidas y platos icónico, como la cerveza y el vino.
Dinastías egipcias y el vino
Se han hallado en jeroglíficos y evidencias gráficas que en la época de los faraones egipcios se consumía mucho alcohol. Una bebida parecida al vino, preparado con uvas blancas, tintas y verdes, mezclados con higos, granadas y dátiles.
Utilizaban técnicas de prensado pisando las uvas y fermentaban el mosto en distintas etapas. Luego, el líquido era embotellado y sellado en vasijas de barro.
El vino en la mitología griega
Los griegos aprendieron de los fenicios los grandes placeres del vino y mejoraron sus técnicas de cultivo y elaboración. Se han encontrado prensas y otros artefactos relacionados con la vinicultura que datan de 3000 a. C. y el 2000 a.C.
De hecho, entre los dioses del Olimpo se encuentra Dionisio, considerado el dios de la fertilidad y el vino. Quien fuese conocido en el imperio romano como Baco.
En la antigua Grecia, ya se reconocían las propiedades y beneficios del vino para la salud y fueron los primeros en darle un significado religioso en ceremonias, al referirse como “el jugo de los dioses”.
En la antigua Grecia conocían y apreciaban las propiedades del vino, pues le daban distintos usos de acuerdo con la necesidad.
Por ejemplo, quienes se reunían para discutir temas filosóficos, políticos o de mucho pensar, tomaban vino para aclarar la mente. Claro que, en cantidades moderadas, sin llegar a la embriaguez que era mal vista en aquel entonces por griegos.
Hoy en día el vino griego cuenta con larga trayectoria y reconocimiento, pese al oscuro tiempo de la invasión turca, hicieron desaparecer la producción vinícola y viñedos.
Contribución romana al vino
Aunque en principio los romanos eran más entusiastas por la cerveza y el hidromiel, el vino ganó su lugar entre ellos cerca del año 150 a. C. y pasó a ser centro de su interés.
Fue la cultura romana quien aportó la idea de almacenar el vino en barricas de madera, lo que dio una nueva característica al vino porque sumaba aromas y sabores según la madera.
También se dice que fueron los romanos los primeros en utilizar envases de vidrio para transportar y almacenar el vino. Además, también se dedicaron a estudiar y combatir distintas enfermedades que afectaban a los viñedos.
Bien tenemos referencias de la pasión por las celebraciones, reuniones, conglomerados, lecturas, declamaciones, discusiones y todo aquello que ameritaba el discurso, la filosofía y estrategia.
Al igual que los griegos, atribuían el poder de la claridad mental al vino, con la diferencia que, después de lo serio de la reunión, se emborrachaban y se instalaba otro tipo de fiesta.
Entre los romanos, el vino también cumplía funciones en la religión, de allí se origina pues lo que hasta el día de hoy conocemos durante las celebraciones católicas. De hecho, luego de la caída del Imperio Romano, el vino se mantuvo en carrera gracias al uso por parte de la Iglesia Católica romana.
El papel de los monjes
Habrás leído en muchas historias que los monjes siempre rescatan algo: tradiciones, fórmulas, secretos, es decir, resguardaban un legado.
Lo hacían por escrito y con la práctica, es por ello que siempre a lo largo de la historia encontraremos una anécdota donde ellos son los salvadores del origen de algo. El vino no escapa de esto.
Aparte del uso por parte de los católicos, los monjes benedictinos ayudaron a difundir, en cada rincón del planeta donde estuvieron, todo lo relacionado con el vino. Junto con la sagrada comunión fue regado por toda Europa.
Francia la cuna vinícola
Fue en Burdeos donde intentaron resolver la presentación anti borrachera del vino de los monjes. Ya que era aguado y con poco sabor. 1725 allí comenzó la primera clasificación del vino por clases o crus.
Aunque no duró mucho, porque la llegada de la Revolución Francesa (1789) le desinfló las aspiraciones de grandeza a todo aquel que tenía viñedos aliados junto con el poder de la iglesia, pues los viñedos pasaron a manos de los campesinos.
Como si fuese poco, a partir de 1800 ocurrieron muchas enfermedades que afectaron viñedos y regiones enteras, en especial sufrieron con la filoxera. Por suerte, se salvaron algunas cepas e injertos que conocemos hasta hoy.
Con esto quiero recalcar el porqué es Francia tan importante en la historia del vino, es una región que resurgió como un ave Fénix ante la adversidad, gracias a la pasión y cultura vinícola de su gente.
No se trata solo de ser los creadores del champán. Sino de los tipos de vino, de toda una historia propia que dio paso a una de las creaciones culinarias más apreciadas por el ser humano.
Cómo llega el vino al resto del mundo
Obviamente, las conquistas, colonizaciones, intercambios comerciales y otras admirables campañas fueron acompañadas por el vino y por consecuencia, con el pasar de los años, también trasladaron las costumbres vinícolas.
Los monjes y misioneros españoles y portugueses se encargaron de traer el vino a las Américas. Así, los colonos conocieron tierras nuevas de similares características, donde las vides crecieron y multiplicaron, para que hoy se produzcan vinos de calidad mundial.
California en Estados Unidos, Argentina, Chile, Uruguay, México, Brasil son algunos países con regiones vinícolas ya reconocidos como cepas o varietales de alto nivel. Otro país que hoy en día puja entre los mejores vinos es Australia.
Hoy en día el vino es producido en gran parte de mundo, tanto de manera industrial como artesanal. En todas las latitudes se cultivan uvas, cada región ha sabido adaptar cepas, a suelos y climas, creando nuevas experiencias en sabor, texturas y aromas.
Sobre cada uno de estas especialidades, técnicas y experiencias hablaré en las próximas publicaciones de vinomalist.com. Te invito a suscribirte para que me acompañes a seguir difundiendo la milenaria tradición del vino.